viernes, 24 de febrero de 2017

Musica


 

1)      Los tiempos que corren no son nada fáciles para nuestra sociedad. En todo Latinoamerica y el resto del mundo están ocurriendo cosas malas. No es que sea pesimista pero con solo tomar cinco diarios diferentes uno puede sacar esta conclusión. No hay noticias de personas pasándola bien, o si: pero son personas que por lo menos a mi no me representan. Como sea, la cuestión es que por otro lado están pasando otras cosas. Una de ellas es la música. Hoy saco un disco Charly Garcia. Un disco después de siete años. No voy a hacer juicios de valor sobre el pero: me salvo el dia. Me levante, hice unos mates y lo puse. Hacia mucho que no disfrutaba tanto un disco.

 

2)      Anoche tuvimos una larga charla con mi novia que comenzó con la decisión de Café Tacuba de no tocar mas una de sus canciones mas famosas ( La ingrata) por considerarla una pieza que ya no los representaba como formadores de cultura, sobre todo en épocas donde todos comenzamos a entender esto del “machismo” entonces los tipos como una especie de acto contra esta forma de opresión, la sacaron de su repertorio. La charla derivo en un debate y luego termino en una discusión sobre si la filosofía era difícil de leer o solo estaba mal enseñada o las dos cosas o ninguna de las dos. En fin: nos hizo pensar.

 

3)       Hoy a mitad de mañana se enciende un debate en donde un par de mis amigos cuestionaron mi juicio de valor sobre el disco de Charly. Que era malo, que era bueno, que es Charly, que Spinetta, que me gusta, que no, que si. Hasta que todos de una manera u otro dejamos en claro que la música nos interesa y que los artistas mal o bien tienen algo que decir.

 

4)       Ahora estoy sentado frente a la computadora, con un calor de mil demonios y el ventilador al palo pensado en todo esto. Entonces todo adquiere sentido. Siento que hoy, mientras el mundo adquiere tonalidades oscuras y preocupantes, donde la parte de la sociedad que menos recibe recibe menos todavía, donde las guerras cada vez están más cerca y donde nuestro presidente se saca fotos con una cadena al cuello al lado del Rey de España: hoy nuevamente los artistas están hablando.

No es casualidad que Café Tacuba instale el debate de si esta bien seguir cantando ciertas cosas o adaptarse a las luchas que corren, no es casual que Charly instale otro debate: el de ser viejo y seguir viviendo, el de ser viejo y tener la posibilidad de seguir creando. No es casual que las luchas comiencen a tener tintes artísticos. Así fue cuando el neoliberalismo lo cubrió todo. Recuerdo al Indio Solari y Skay conteniendo en sus mensajes a miles de pibes marginados por las políticas económicas del menemismo, sin posibilidad de futuro alguna. “El futuro llego hace rato, todo un palo ya lo ves”  coreaban con lagrimas de lucha en sus ojos.

Hoy las luchas evolucionaron: Son las mismas pero en otros términos y comienzan a rejuvenecerse, porque hay mentes y cuerpos que otra vez: están quedando afuera de la repartija. Entonces son los artistas los que nuevamente comienzan a encontrar un espacio de reproducción de los mensajes que se leen entre líneas desde la sociedad. No por nada Charly dice “somos jóvenes otra vez”. Otra vez nos están llamando a la lucha. Las ideas comienzan a recuperar la memoria de lucha.

Yo no sé si el disco de Charly es bueno o malo, si Café Tacuba está haciendo lo correcto o no pero algo me queda claro: que el arte, con la música como estandarte está  proponiendo que los artistas comiencen a decir algo. Que se despabilen, que se saquen esa modorra de adolescentes y empiecen a decir cosas de una buena vez. Que comiencen a gritar de nuevo. Los necesitamos. En mi caso yo necesitaba a Charly. Capaz, vos, estas necesitando a otro. El punto es que hay que empezar a decir cosas que valgan la pena escuchar. Ya no nos sirve escuchar por escuchar, queremos que lo que pensamos o sentimos sea captado y reproducido en términos que nos representen.
Por eso hoy, viernes 24 de febrero de 2017, día en que Charly  García, uno de los músicos vivos más importantes que dimos volvió con un disco nuevo, yo me siento feliz y más pensante que nunca. Si de verdad queremos volver hay que comenzar a decir las cosas de otras formas porque la felicidad no existe en soledad, pero por sobre todo: no hay una maquina que la fabrique. Somos nosotros los artífices de nuestro propio bienestar y el de todos. Que nunca se te olvide: el estado sos vos y si el estado desaparece de los discursos oficiales quiere decir una sola cosa: que vos desapareces de la agenda.
Por lo tanto, digan lo que digan: si un disco te hace pensar entonces, bienvenido sea él y su artista. Por eso: bienvenido Charly, otra vez. Y bienvenidos todos aquellos que tengan algo para decir, los demás pueden seguir cobrando regalías por nada.

Así que ya saben, prendan ese equipo de música y pongan un disco de alguien que hable cosas interesantes y si tienen que recurrir a los viejos: recurran, aunque el Pami ya no los tenga en cuenta, otra vez.  
 
 
 

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