lunes, 23 de noviembre de 2015

Bienvenido al oficialismo


La provincia, la ciudad, el país. Todo en manos de un solo color político. Los medios, los privados y los públicos, también: en manos de un solo color partidario. La policía federal, la bonaerense, gendarmería y la metropolitana, adivinaste: en manos de una sola fuerza política. Decime ¿Cómo vamos a controlar que se hagan las cosas bien? Decime, ¿cómo vamos a saber si se hacen cosas, al menos? Decime si Lanata va a seguir investigando los actos de corrupción, decime sin Nelson Castro va a analizar la salud mental del nuevo presidente. Decime, por favor, porque yo no tengo respuestas. Decime por qué  querías el cambio en la Nación y no en la Ciudad que hace ocho y vamos por doce años con los mismo tipos. No supiste jugar ni siquiera estratégicamente, porque si tanto odiabas a Cristina te tengo malas noticias: esto la fortalece para volver. ¿Es que no te diste cuenta? Era más fácil que Daniel se despegara y divida al movimiento a que lo haga la asunción de Macri.

Pero no me voy a poner profundo ni aburrido. Solo quiero invitarte a que desde ahora y durante cuatro años fortalezcas tu posición, cada medida que tome tu candidato es necesario que la cuestiones si la ves mal o la milites si te parece que esta bien. Te invito a que en cada mesa discutas y debatas con todos desde el macrismo como yo lo hice desde el peronismo kirchnerista. Ahora te toca a vos, es así la democracia, eso es lo lindo de la política. Ahora a mí me toca estar del lado opositor porque sinceramente sé que Macri no va a gobernar para todos los que yo quiero que gobierne y de la manera que es necesario gobernar, ni vamos a estar todos juntos y felices viendo como ellos “se reúnen en paz a tomar el té, comer masas finas y charlar sobre los problemas del país”. Podemos estar juntos y felices comiendo un asado pero nunca lo vamos a estar cuando se trate de discutir derechos para los más excluidos, por ejemplo. No existe ese panorama y nunca va a existir mientras haya un Macri gobernado un país.

 Yo llore en la plaza muchas veces y por varios motivos: por tristeza, por emoción, por alegría. Espero que vos también puedas experimentar todo eso que yo experimente. Espero que desde el oficialismo puedas construir un pensamiento crítico y que puedas aceptar y criticar lo que se haga mal. Pero acéptalo. Y lo que creas que se haga bien militalo y convenceme de que se esta haciendo bien. Ahora arranca tu momento, ahora sos oficialista. Ahora a mí me toca un lugar mucho más cómodo: el de opositor. Ahora mis argumentos y pensamientos, mi manera de ver la vida y de proyectar un país para todos los excluidos de un sistema egoísta, esta del otro lado. No vamos a estar juntos, no vamos a estar abrazados cantando “We are the World”, lamento decírtelo. Mis amigos que no piensan así, seguirán siendo mis amigos, solo que no vamos a poder coincidir respecto a las ideas de gobierno sobre un país. No mientras este Macri sentado en el sillón de presidente. No, no y no.

Espero que esta cambio te beneficie, te haga más político, más comprometido. Espero que desde ahora esto te permita comprometerte con la construcción del país como yo lo estuve durante doce años de mi vida, poniéndole palabras, cuerpo y alma a un proyecto que creía y creo es el mejor para mi país, con sus errores y virtudes. Pero no esperes nunca que me sienta en tu vereda. No. No lo voy a hacer. Nunca voy a estar de la vereda de Macri ni de todos lo que están a sus espaldas. Cada nombre de su posible gabinete es la representación de los intereses más egoístas de este país. Te digo con el corazón en la mano: si llego a ver a Macri tomando una medida en favor de los pobres y excluidos repensare todas mis ideas pero de solo imaginarlo tomar una medida parecida a la Asignación Universal por Hijo ya comienzo a reírme. Ni vos lo crees. Pero bueno, ya tendrás tiempo de convencerme, acá empieza otra historia donde vos sos parte del gobierno que va a llevar a adelante este país. Yo no, no soy parte ni quiero serlo. Y si puedo profundizar la grieta lo voy a hacer cosa de no poder cruzarme ni por error. A mis amigos de toda la vida que estan de aquel lado los seguiré respetando porque ahora sé que van a estar del lado de la construcción y eso es una gran responsabilidad. Yo durante doce años lo sentí así, me sentí parte de la construcción del país y cada error o cada acierto lo hacia mío porque desde mi humilde lugar había trabajado para que así lo sea. De eso se trata cuando hablamos de un proyecto colectivo, de que uno se sienta involucrado hasta las entrañas y eso cuando ocurre es para siempre. No hay vuelta atrás.

 Así que en hora buena: te doy la bienvenida al oficialismo. Espero que hagan lo mejor que saben hacer, de la mano del líder que supieron votar. Poseen todo a su favor: tienen la provincia, la nación y la ciudad para hacer lo que quieran, así que no hay excusas. Los acuerdos serán fáciles (no va a estar Cristina para complicarles las cosas) y por eso todo va a ser rápido y lindo.

Felicitaciones, este triunfo es tuyo y tuyas serán las derrotas también. Mías no, tuyas. Yo de esta no me hago cargo así como tampoco me hago cargo del triunfo. Es la primera vez que perder me sienta bien porque yo perdí al lado de “los negros”, yo perdí al lado de las madres solteras con hijos, yo perdí con las banderas, yo perdí al lado de los mas pobres, de los villeros, de los obreros,  de los abuelos que no habían podido jubilarse y pudieron, yo perdí rodeado de pibes y familias que lloraban y se abrazaban mientras pisaban el pasto de la Plaza de Mayo, yo perdí con los artistas, los científicos , las abuelas y las madres de pañuelos blancos, yo perdí saltando y cantado, yo perdí abrazado a mi familia, compañeros y amigos, perdí junto a la otra mitad del país tan convencida como yo,  perdí bajo el paraguas de la ideología más hermosa del mundo, yo perdí y nunca me sentí tan acompañado en una derrota como ayer.  

Volveremos y seremos millones…pero mientras, seguiremos construyendo un país más justo desde donde nos toque construirlo.

Disculpas si esta columna no tiene el rigor académico que se merece pero hoy: lunes 23 de Noviembre no es mi cabeza la que escribe, es mi corazón malherido, aunque nunca muerto, el que quiso gritar su dolor.

 

domingo, 15 de noviembre de 2015

Una bandera de Francia en mi perfil


Si queres comprometerte con las muertes de los humanos en Francia, tenes que hacer algo que demanda un laburo importante. Y sino, no hagas nada. En serio, nadie te va a culpar de ser un insensible, es más probable que quedes como tal cambiando tu foto de perfil en facebook. ¿Sabes por qué lo digo? Porque si profundizas no te va a importar poner la foto de la bandera francesa, sinceramente no vas a sentir nada que te haga colocarla como foto de perfil. Ahora si lo hiciste estas en un dilema: ¿Cuándo la sacas? Quiero decir, ¿cuándo se acaba tu dolor público por los asesinados en Francia? Porque si la sacas en una semana quiere decir que ya estás en otra y lamento anunciarte que los familiares de las victimas estarán llorando todavía y esta guerra va a seguir.

Sé que hay muertes en otras partes del mundo provocadas por acciones históricas por parte de los mismos países que hoy sufren los atentados. Todos sabemos que la guerra de verdad es entre Rusia y EEUU. Y que ya la estamos viviendo y que esta es otra de sus formas. Sabemos que la clave es Siria  (porque es el único país de la zona con salida al mar directa hacia Europa y desde ahí se puede manejar el comercio de petróleo). Sabemos que el poder no es una cosa, sino que es algo que se construye con medidas y acciones directas e indirectas. Por eso antes de dar las claves socio-políticas de un conflicto complejo, lo que quiero expresar con esta columna es que a veces, cuando ocurren estas cosas, hay que sincerarse con uno mismo y analizarse.

Te voy a poner un ejemplo: te enteras que matan a personas en Francia, ¿Qué es lo que te pasa a vos?, a vos y  a nadie más ¿Qué es lo primero que pensas? ¿Qué es lo primero que te preguntás? ¿Qué es lo que sentís? Porque lo que yo pude ver es que alguien decidió que había que hacer luto por Francia y la mejor manera de hacerlo era cambiarse la foto de perfil, por ejemplo. Y millones de personas lo hicieron, como también eso de poner la Torre Eiffel y la frase “paz por Francia” y ¡en francés! Siendo argentino o de otra nacionalidad. Veo que  se crea una igualdad donde no la hay y eso nos hace mal como mundo. Si analizamos con más profundidad y si pudieras decir lo que verdaderamente pensas ¿Qué hubieses hecho? Pensalo bien.

Hay que tener conciencia de que la paz no existe en los términos en los que creemos que debe existir. Que hay intereses muy poderosos que no van a dejar que esa paz exista a no ser que convenga y la paz nunca les conviene.

Tenemos que buscar la forma de que nos interese un poquito más lo que pasa en todos lados. Para superarnos, para salir de esa comodidad de solo replicar lo que alguien impone. No te digo que no uses facebook pero utilízalo como medio, no como un fin. Yo no dudo de que seas buena persona y que lo hagas con la mejor de las intenciones pero dudo de facebook, porque mal que nos pese el creador de la red nació en un país que tiene su propia visión del mundo. Y esa visión ahora se replica, y si se replica estamos reproduciendo la violencia que cuestionamos. Yo no soy francés, soy argentino y te puedo asegurar que me duelen todas las muertes pero más me duele ver como la propia mirada de un par de países sobre determinada realidad logra reproducirse y sé que eso nos lleva a más muertes. Tampoco considero necesario poner una bandera palestina por los muertos que,Israel mediante, EEUU provoca todos los días allá. Si queres la paz de verdad entonces es necesario que te pares como argentino, que rebusques en tus propias entrañas el dolor verdadero que sentiste y lo expreses. Y si de verdad no sentiste nada, no pongas nada y pregúntate porque no sentiste nada. Aunque no creo, siempre se siente algo ante la muerte.


Esto me lleva a decir que me gustaría, también, que cuando ocurre una muerte injusta acá: lo expreses. O expongas tu posición. Hace unos días un pibe fue baleado por la cana. Todo el mundo ya sabe que fue injusto, que el pibe no había hecho nada. ¿Acaso eso no es un atentado contra la vida? Sí que lo es y vino de la mano de esa mirada represiva de ver el mundo, donde lo distinto se traduce en peligroso. Y esa mirada la que hoy domina al planeta. Entonces, tengamos cuidado en la forma en que nos expresamos, escarbemos mucho antes de salir en las redes. Hoy el mundo es otro, la información se maneja de forma rápida y brutal, y los que tienen el poder sobre la misma, son los que fabrican los lentes para que nosotros miremos lo que ellos deciden mostrarnos y de la manera que ellos deciden hacerlo. Son esos lentes los que te muestran a todos los árabes como terroristas y a todos los trapitos como vagos delincuentes. Ojo, tengamos cuidado. La guerra, así como la paz no se realiza de una misma forma y no ocurre solo en un lugar. La mirada de los imperios es traducida de diferentes maneras según el lugar sobre el que quiere avanzar y convencer. Todo se relaciona con todo, desde el acto más pequeño al más grande. Es tan simple como complicado y puede que un día te encuentres sin quererlo ni sentirlo, peleando por ideales que no solo no son tuyos sino que te perjudican.
Quiero que sepas que una bandera en la foto de tu perfil no hace a la paz, no devuelve a los muertos a la vida ni te convierte en mejor persona. Lo que verdaderamente produce un cambio hacia un mejor mundo es sospechar de aquello que se nos muestra tan claro y lineal. La aplicación para que te pongas la foto de Francia en el perfil no nace desde una intención humanitaria, tiene un trasfondo mucho más complejo. Con solo pensarlo así ya estas demostrando mucho más respeto por esos ciudadanos franceses víctimas inocentes de esta guerra por el poder mundial que siempre vivimos.
¿A dónde quiero llegar con todo esto? A mostrarte que si Lucas, el pibe baleado por la metropolitana, hubiese sido un árabe en Francia….también hubiese sido baleado en alguna circunstancia allá. Tan solo porque los lentes de quien tiene en sus manos el poder represivo lo muestran como un peligro para una supuesta paz establecida. Esa es la verdadera guerra, la que vos desde tu humilde lugar debes intentar frenar, o al menos cuestionar ya que es la que vivís todos los días.
 
La realidad es complicada, es dura, hay conflictos, intereses y poderes….no es fácil, nada se logra con felicidad y alegría. Ninguna paz que dure se construye tapando las diferencias bajo un manto de igualdad que no existe y no va a existir. Es duro, pero es así. Las cañitas voladoras y los globos de colores quedan para festejar fin de año y los cumpleaños. Las diferencias se saldan con otras herramientas, se generan acuerdos pero no empates, no existe una sociedad homogénea donde somos felices y comemos perdices todos JUNTOS, riendo, lindos y afeitados. Esa imagen lamento decirte: es pura ficción.  
 
Lo ocurrido en Francia te da, de nuevo, la bienvenida al mundo real. Veni, pasá…disfrutalo y sufrilo siendo siempre consciente del lugar en donde te toca vivir.
 

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Una moneda, por favor.


Antes que nada, quédate tranquilo/a, no te voy a hablar ni de Scioli ni de Macri. No te voy a decir lo bueno que es uno y lo malo que es el otro.
En esta oportunidad, voy a escribir sobre un concepto sobre el cual vas a pensar y después te encargaras de asociarlo a lo que quieras: voto, cambio sin continuidad o cambio con continuidad, falta de mano o falta de bigote, etc. Porque yo no voy a andar diciéndote todas las cosas que ya sabes de uno y otro lado, ya estas grande y sos inteligente.
Hoy voy a hablar de la solidaridad:
¿Qué es la solidaridad? ¿Qué significa ser solidario? ¿Es dar una campera a los inundados? ¿Es dar un par de zapatillas a las personas que viven en un barrio carenciado? ¿Es hacer una colecta para los “pobres”? ¿Qué es?
 Para mí ser solidario va mucho pero mucho más allá de dar una campera u organizar una colecta. Aquellos actos si bien son “loables” no son actos solidarios. Ser solidario es difícil, muy difícil. Son pocas las personas que son solidarias de verdad porque ser solidario conlleva un esfuerzo sobrehumano, algo desgastante y comprometido. En cuanto te das cuenta de que realizaste un acto de tamaña envergadura humana ya no hay marcha atrás: estas comprometido con el país de por vida.
Ser solidario implica pensar en lo colectivo, no solo en el “vecino” sino en la ciudadanía como tal. Ser solidario es acordarte de que existen personas sin acceso a una computadora no solo cuando te roban la tuya. Ser solidario implica saber que hay gente sin laburo no solo cuando perdes el tuyo. Ser solidario significa alegrarse (sin que vos seas viejo)  de que los viejos se puedan jubilar aún sin haber aportado en toda su vida por trabajar en negro. Es saber que vos con tu laburo le estas dando la posibilidad a que un viejo pueda recibir una jubilación y alegrarte por eso. Eso es ser solidario. Ser solidario es buscar las explicaciones a la delincuencia que viene de la mano de la pobreza y también preguntarse por aquella que viene de la riqueza y tratar de asociarlas. Ser solidario es ponerse feliz de que haya pibes que tengan computadoras gratis y pibes que reciben algún mango para comer de parte de tus impuestos. ¿Acaso no es mejor eso que darle una moneda al que te limpia un vidrio? Eso es ser solidario. Es comprometerse con el conjunto de todos los argentinos. Y cuando sos solidario no podes parar de pensar en que tu acto beneficiaria o perjudicara a otros. Entonces se transforma en una carga muy grande y muy pesada pero de alguna manera aliviadora: porque te hace más humano. Por eso cuando digo que hablemos de solidaridad lo digo para que la pensemos en profundidad. Ser solidario no es solo escuchar la opinión de otro porque  eso solo es: escuchar. Ser solidario implica pensarse hacia el otro con el otro y por el otro. Es pasar de lo individual a lo colectivo. Para ponértelo en términos políticos: Solidario es el Estado, egoísta sos vos (lo digo asi para llegar al punto al que quiero llegar). El estado es el medio por el cual vos te haces solidario con el resto de los argentinos. El capitalismo por ejemplo, no es solidario, solo hace que te preocupes por TU celular, TU computadora, TU auto, TU ropa…y también hace que tengas muchas de esas cosas, tantas que te sobren y las regales cuando no te sirvan y salgas a la calle pensando “que solidario soy” y la verdad es que no. No fuiste solidario, solo fuiste caritativo, es decir: diste lo que te sobraba, no compartiste lo que tenías. Bueno, el Estado se encarga de que compartas lo que tenes, de saldar esa cosa egoísta que tiene el capitalismo. Así que si tenes un laburo parte de tus ingresos son compartidos con los pibes de una villa y con los viejos que se jubilan y con los estudiantes que estudiamos. Y porque vos compartís conmigo, un estudiante que estudia, parte de tus impuestos yo trato de darte lo que aprendí en esa universidad pública solidaria con cada uno de los argentinos. Eso es ser solidario, ponete contento, sos una gran persona. Porque yo no tenía ni la más puta chance de estudiar pero tu solidaridad lo hizo posible. Y también hace posible que se construyan hospitales, escuelas y más universidades y se les pague a los maestros y a los médicos. Y claro, puede pasar que tus impuestos se administren mal y vos no estés conforme pero entonces entraríamos en la discusión del cómo se deben administrar pero nunca de que se debe acabar la solidaridad estatal.

Lo que quiero decir con todo esto es que no importas vos en cuanto solo seas vos. Realmente importas en este país cuando vos te involucras con el colectivo. No con el vecino, el vecino solo es uno. Sino con todos a la vez. Por eso cuando vas a votar para que administren los recursos del estado, esa cosa que te hace solidario, no solo es TU VOTO, es el voto de todos a la vez. Quiero decir que el cambio no sos vos, el cambio somos todos y ser solidario es pensar en el, ella, en aquel, en los viejos y los pibes y en mí y en la chica que labura limpiando tu casa, y en el laburante de campo que labura por un sueldo y en el obrero que levanta paredes y en los pibes que van a la escuela por primera vez, y...Uf, es cansador. Por eso repito: ser solidario es algo muy pero muy pesado.
              Para ser solidario solo se necesita diluirse en el otro, de ahí viene eso de que la patria es el otro.
                Por eso ser solidario: no es dar una campera, ni unas zapatillas, ni una frazada, ni una moneda. Ser solidario es poner el voto en una urna sabiendo y teniendo conciencia de que estas siendo solidario con todos. Sino es lo mismo que dar una moneda a un pibe en la calle y la verdad es que ese pibe no quiere la moneda, ni las zapatillas ni la campera. El quiere derechos, los mismos derechos que tenes vos. Entonces estamos ante dos posibilidades: una moneda o un derecho. Y es ahí donde juega tu solidaridad.
                                                                       ¿Qué difícil decisión, no?