1) Los
tiempos que corren no son nada fáciles para nuestra sociedad. En todo Latinoamerica
y el resto del mundo están ocurriendo cosas malas. No es que sea pesimista pero con solo
tomar cinco diarios diferentes uno puede sacar esta conclusión. No hay noticias
de personas pasándola bien, o si: pero son personas que por lo menos a mi no me
representan. Como sea, la cuestión es que por otro lado están pasando otras
cosas. Una de ellas es la música. Hoy saco un disco Charly Garcia. Un disco después
de siete años. No voy a hacer juicios de valor sobre el pero: me salvo el dia.
Me levante, hice unos mates y lo puse. Hacia mucho que no disfrutaba tanto un
disco.
2) Anoche
tuvimos una larga charla con mi novia que comenzó con la decisión de Café Tacuba
de no tocar mas una de sus canciones mas famosas ( La ingrata) por considerarla
una pieza que ya no los representaba como formadores de cultura, sobre todo en épocas
donde todos comenzamos a entender esto del “machismo” entonces los tipos como
una especie de acto contra esta forma de opresión, la sacaron de su repertorio.
La charla derivo en un debate y luego termino en una discusión sobre si la filosofía
era difícil de leer o solo estaba mal enseñada o las dos cosas o ninguna de las
dos. En fin: nos hizo pensar.
3) Hoy a mitad de mañana se enciende un debate en
donde un par de mis amigos cuestionaron mi juicio de valor sobre el disco de
Charly. Que era malo, que era bueno, que es Charly, que Spinetta, que me gusta,
que no, que si. Hasta que todos de una manera u otro dejamos en claro que la música
nos interesa y que los artistas mal o bien tienen algo que decir.
4) Ahora estoy sentado frente a la computadora,
con un calor de mil demonios y el ventilador al palo pensado en todo esto.
Entonces todo adquiere sentido. Siento que hoy, mientras el mundo adquiere
tonalidades oscuras y preocupantes, donde la parte de la sociedad que menos
recibe recibe menos todavía, donde las guerras cada vez están más cerca y donde
nuestro presidente se saca fotos con una cadena al cuello al lado del Rey de
España: hoy nuevamente los artistas están hablando.
No es casualidad que Café Tacuba
instale el debate de si esta bien seguir cantando ciertas cosas o adaptarse a
las luchas que corren, no es casual que Charly instale otro debate: el de ser
viejo y seguir viviendo, el de ser viejo y tener la posibilidad de seguir
creando. No es casual que las luchas comiencen a tener tintes artísticos. Así
fue cuando el neoliberalismo lo cubrió todo. Recuerdo al Indio Solari y Skay
conteniendo en sus mensajes a miles de pibes marginados por las políticas
económicas del menemismo, sin posibilidad de futuro alguna. “El futuro llego
hace rato, todo un palo ya lo ves”
coreaban con lagrimas de lucha en sus ojos.
Hoy las luchas evolucionaron:
Son las mismas pero en otros términos y comienzan a rejuvenecerse, porque hay mentes
y cuerpos que otra vez: están quedando afuera de la repartija. Entonces son los
artistas los que nuevamente comienzan a encontrar un espacio de reproducción de
los mensajes que se leen entre líneas desde la sociedad. No por nada Charly
dice “somos jóvenes otra vez”. Otra
vez nos están llamando a la lucha. Las ideas comienzan a recuperar la memoria
de lucha.
Yo no sé si el disco de Charly es
bueno o malo, si Café Tacuba está haciendo lo correcto o no pero algo me queda
claro: que el arte, con la música como estandarte está proponiendo que los artistas comiencen a
decir algo. Que se despabilen, que se saquen esa modorra de adolescentes y
empiecen a decir cosas de una buena vez. Que comiencen a gritar de nuevo. Los
necesitamos. En mi caso yo necesitaba a Charly. Capaz, vos, estas necesitando a
otro. El punto es que hay que empezar a decir cosas que valgan la pena
escuchar. Ya no nos sirve escuchar por escuchar, queremos que lo que pensamos o
sentimos sea captado y reproducido en términos que nos representen.
Por eso hoy, viernes 24 de
febrero de 2017, día en que Charly García,
uno de los músicos vivos más importantes que dimos volvió con un disco nuevo,
yo me siento feliz y más pensante que nunca. Si de verdad queremos volver hay
que comenzar a decir las cosas de otras formas porque la felicidad no existe en
soledad, pero por sobre todo: no hay una maquina que la fabrique. Somos
nosotros los artífices de nuestro propio bienestar y el de todos. Que nunca se
te olvide: el estado sos vos y si el estado desaparece de los discursos
oficiales quiere decir una sola cosa: que vos desapareces de la agenda.
Por lo tanto, digan lo que digan:
si un disco te hace pensar entonces, bienvenido sea él y su artista. Por eso: bienvenido
Charly, otra vez. Y bienvenidos todos aquellos que tengan algo para decir, los demás
pueden seguir cobrando regalías por nada.
Así que ya saben, prendan ese equipo de música y pongan un disco de alguien que hable cosas interesantes y si tienen que recurrir a los viejos: recurran, aunque el Pami ya no los tenga en cuenta, otra vez.