viernes, 25 de agosto de 2017

Vértigo Histórico



¿Tuve suerte de nacer en una familia que acompañó? ¿Tuve suerte de nacer en un país donde la universidad es pública y gratuita? ¿Tuve suerte de tener amigos que me ayudaron a conseguir un trabajo? ¿Tuve suerte de estar bien alimentado y vestido desde mi nacimiento? ¿Fue a causa de la suerte pude estudiar y recibirme? ¿Tengo suerte de seguir bien acompañado, con la misma familia y una compañera que me banca en todas? ¿Tuve la suerte de que en el camino se me cruzaron personas que me empujaron a seguir? ¿Estas personas se cruzaban porque yo había tenido la suerte de haber nacido en donde había nacido? ¿La suerte atrae más suerte? 

¿Qué hubiese pasado si yo no tenía tanta suerte? ¿De qué manera hubiese llegado a comer, educarme, estar sano? ¿Qué hubiese pasado si mi suerte no hubiese sido tan buena?

En estos casos existe una solución simple y contundente: la solidaridad estatal. Con esto me refiero a la capacidad del estado de redistribuir los ingresos que se generan por el aporte de todos los ciudadanos de una manera equitativa. Es decir: repartir mejor la torta. Si yo hubiese nacido en una casa sin suerte el estado a través de sus instituciones me tendría que haber ayudado a estar alimentado, educado y bien vestido porque es mi derecho y su obligación. Porque lo creamos con el fin de que nos proporcione los puentes hacia una mejor calidad de vida de todos y todas. Una de las maneras que el estado ayuda es el de sostener la Universidad Pública, por ejemplo. Ya que gracias a esto un pibe como yo pudo tener acceso a otro nivel de educación.  De esto se trata la verdadera solidaridad. Esto pasa cuando pagas los impuestos. Porque pagarlos no significa que vos puedas reclamar cosas para vos. Tal vez sí se trate de algo de eso pero esas medidas que reclamas debes reclamarlas pensando en el otro, no solo en vos.

Vayamos un poco más allá. Me podes decir que te esforzas y te matas trabajando, estudiando y lo menos que queres es vivir un poco más cómodo. Claramente que esto es una gran verdad que comparto. Pero tu esfuerzo no vale más que el de otro. Tal vez son diferentes tipos de esfuerzos y vos o yo arrancamos en un escalón más arriba que otro. Entonces para ese otro debemos contribuir a que su esfuerzo se equipare al nuestro, ayudarlo: ser solidarios de verdad. De eso se trata tener conciencia social, de pensar en lo colectivo. Cuando damos una moneda a un pibe en la calle es un gesto egoísta porque, en cierta forma, se la damos para sentirnos bien con nosotros mismos, no para ayudarlo a él y cuando no se la das es porque consideras que vos te la mereces y el no. La verdad es que debemos ser solidarios pero para ser solidario debes pensar en qué políticas debe tomar un gobierno para que ese pibe no pida más o que aquel no robe y pueda estudiar o este pueda comer y de esta forma tenga una mejor calidad de vida.

Con todo esto quiero decir que no es solo una cuestión de suerte o esfuerzo individual que estés donde estás. Es algo un poco más complejo: por un lado es suerte pero por otro es el resultado de diferentes medidas políticas que se han tomado durante los doscientos años de historia que tenemos. Casi nada es por azar, tal vez tu nacimiento en una familia asalariada, capitalista o marginada lo sea. Pero la condición social de esa familia es el resultado del accionar colectivo de todos que se encauza en un estado cuyas herramientas las tiene a cargo un gobierno.

Entonces, en este humilde acto te agradezco por contribuir a que un tipo como yo hoy pueda pensar en la igualdad social con las herramientas que la educación publica (financiado por todxs) me facilitó. Igualdad social significa ni más ni menos que todos tengamos las mismas posibilidades de acceso a la educación, salud y alimentos. Porque creamos el estado para protegernos y también para que de alguna manera todos podamos vivir mejor, sino ¿con qué fin se iba a crear?

La cuestión esencial es pensar en todos. Un pensamiento individual hacia un mejoramiento colectivo. Yo sé que estoy en una posición privilegiada respecto a muchos y por este solo hecho mi compromiso con el mejoramiento de la calidad de vida de otros que están en un escalafón más bajo, es para siempre.

La solidaridad estatal se trata de algo simple: repartir mejor mis impuestos, que una gran parte de lo que yo pago vaya destinada a igualar la vida de otras personas que no están en la misma posición social, siguiendo una estructura justa dónde el que más tiene (por una cuestión de suerte y esfuerzo personal bien acompañado por el resto de la sociedad) pague más y el que menos tiene pague menos. De eso se trata el concepto de redistribución. Cuando mejor entiendas esto más vas a crecer vos como persona y como ciudadano argentino.


En todo esto pensé hace unos meses durante los segundos en los que leía la nota de mi último examen. Pensé en esto y también recordé el nombre de la primera agrupación política universitaria en la que milité (con mucho orgullo): “La Puiggrós”*.  Entonces todo adquirió un sentido apabullante, a tal punto que mis piernas comenzaron a temblar. A partir de ese momento: ya formaba parte de la primera generación en mi  familia que lograba tener un título universitario. Y si esto pasó fue en parte gracias a un estado amplio y a gobiernos que tuvieron entre sus banderas a la justicia social como un valor esencial.  Me tuve que quedar ahí un rato: esperando que la sensación de vértigo histórico se me pasara. Recién cuando estuve más tranquilo pude seguir caminando hasta la salida. Me alejé en silencio, ya era de noche y yo estaba demasiado cansando para pensar en algo más. 








martes, 15 de agosto de 2017

Siete puntos

Las PASO pasaron y con ellas algunas cuestiones que me permito puntuar porque tengo ganas y puedo:

1)      Siempre es importante votar. Por más que escuches que las PASO son un gasto innecesario, que no sirven, que son encuestas, etc. Es importante, porque el solo hecho de ejercitar la acción de votar nos hace pensar democráticamente. Expone los mecanismos por los cuales elegimos, nos hace conocer los pasos de una elección, el movimiento de los partidos. Las PASO sirven también para buscar mejor representación. Para que lleguen aquellos partidos que tengan capacidad de acción dentro del congreso, no solo se trata de internas partidarias, es más que eso: es un etapa intermedia para medir la representación real de los partidos y sus  candidatos. Santiago Maldonado sigue sin aparecer.

2)      La discusión por los votos en la provincia de Buenos Aires es eso: una discusión por la cantidad de votos. Nadie se quejó de la lentitud del sistema para contabilizarlos, sino de que se manipuló la velocidad de ese sistema para conveniencia de uno de los partidos. Se trata de una estrategia que dilata el resultado final y le quita efecto a través del desgaste en el tiempo. No es lo mismo anunciar el ganador el mismo día que anunciarlo un mes después. En estos casos el ganador generalmente, no siempre, tracciona votos para la próxima elección. La victoria atrae victoria, dicen. Santiago Maldonado sigue sin aparecer.

3)      Hay que hacer un análisis objetivo y reconocer que Cambiemos se está transformando en un partido. Deja de ser una coalición y poco a poco, de la mano del ejecutivo se esta posicionando como un partido de alcance nacional. Por méritos propios y errores ajenos. Mientras, el peronismo se encuentra en un proceso de cambios y renovación. En este camino esta aprendiendo a adaptarse a las nuevas formas de conquistar los votos. Porque en los nuevos tiempos no solo alcanza con la ideología, hay que poder transmitir la misma de maneras aggiornadas acordes a los tiempos que corren. Santiago Maldonado sigue sin aparecer.

4)      Esta elección muestra que Vidal y Carrió son las mujeres a vencer de Cambiemos . Con la única diferencia que Carrió siempre juega su propio partido y Vidal, por ahora, juega con camiseta amarilla. Santiago Maldonado sigue sin aparecer.

5)      Mal que les pese a muchos Cristina sigue siendo la fiel representante de la mayor parte de la sociedad descontenta con este gobierno. Con todos los procesos judiciales y mediáticos abiertos en su contra ella sigue captando la mayoría de los votantes que no solo no quieren a Macri ni a su proyecto político sino que también la quieren a ella. Recordemos que muchos votos de Cambiemos son votos contra Cristina y no Pro cambiemos. Aunque como dije más arriba: Cambiemos está aprendiendo a captar sus propios votos. Santiago Maldonado sigue sin aparecer.

6)      Ayer en un programa de noticias mostraban a Zamora, como el candidato honesto que viaja en subte y renuncia a su sueldo. Por más que suene atractiva e ideal esta figura del político no es real. Uno puede tener ideas hermosas sobre la igualdad en el mundo y la equidad social pero para llevarlas a cabo necesita poder y para tener poder es necesario construirlo y para construirlo tenes que utilizar recursos monetarios y sociales. Dejemos de ser inocentes y aceptemos que los grandes cambios se logran con poder de acción. La actitud de Zamora me parece más bien egoísta ya que solo él logra cumplir sus ideas, pero nadie más. Lo que quiero decir: hay que aprender a ver que los juegos de poder tienen sus propias reglas  no podemos analizarlos con el reglamento de otros partidos que jugamos en nuestras vidas. Mi vida no es la misma que la de un diputado y por eso la de un diputado no puede ser la misma que la mía, porque jugamos juegos diferentes más allá de que en el pensamiento podamos coincidir o disentir. Resumiendo la idea: ser un pobre en el congreso  no quiere decir que seas un buen diputado así como tampoco ser un buen empresario quiere decir que seas un buen presidente. Santiago Maldonado sigue sin aparecer.

7)      Últimamente siento que está primando una imagen sobre los políticos muy parecida a la de los noventa: son todos iguales. Y esta imagen sirve a un solo sector de la sociedad (el que más poder económico tiene). Mientras vos te desinteresas por votar hay otro sector que se beneficia de ese desinterés y juega a favor de sus intereses ( valga la redundancia ). Nuestra única y más efectiva herramienta de acción es el voto, por eso tenes que interesarte por entender el juego de la política porque el resultado de ese partido tiene un efecto directo sobre tu vida. Serán las leyes que se aprueben adentro del congreso las que modificarán tu día a día. Por más que digas “son todos chorros” las leyes se seguirán votando según las ideas de cada jugador. Interesate, comprometete con tu voto. Y que ir a votar sea una fiesta personal dentro de un marco colectivo. Pensá en la idea que vos tenes para que este país sea mejor y luego busca entre los candidatos aquel que se corresponda con esa idea. Despolitizarte no es la solución a los problemas sociales y económicos. Y no me refiero a que andes discutiendo de política sin ton ni son, me refiero a que hagas un mínimo ejercicio de pensamiento comprometido durante un minuto, todos los días. Santiago Maldonado sigue sin aparecer.


Espero que estos siete puntos, te hayan sido fáciles de leer y ayuden un poco a que valores la democracia porque sin ella, con sus pros y contras, no tenes voz. Porque represión no significa justicia. Desparecer a alguien no significa libertad. No hablar sobre los temas que requieren declaraciones públicas no significa que se esté haciendo algo. Acusar no significa honestidad. Dignidad no se encuentra solo en la pobreza. Educarse debe ser gratis y educar debe ser  pago y bien. Todas estas cuestiones son parte de la democracia. Entenderlas, hacerlas propias y pensarlas es parte de vos en ella.

Santiago Maldonado sigue sin aparecer