martes, 4 de julio de 2017

El Arte


Tengo la idea de que una buena obra de arte se distingue del resto porque te hace sentir algo. No importa qué, sino que sientas. Puede ser odio, vergüenza, tristeza, alegría, amor, excitación, felicidad; cualquier sensación en tu cuerpo. Sentir creo yo, es el más importante aporte del arte en nuestra vida. Una novela, una película, una pintura, una obra de teatro, una foto, un baile, son todas expresiones artísticas que nos provocan sentimientos. El arte es el canal de comunicación más auténtico que tenemos.

Una buena obra de arte debe hacer que nos preguntemos por  todas esas cosas que sentimos como humanos, nos debe dejar pensando en el amor, en el deseo, en el odio, los prejuicios, la felicidad, la amistad, la muerte y la vida. Una obra de arte debe provocarte ganas de vivir. Nunca una buena obra de arte puede provocar lo contrario. Porque el arte tiene que hacer vivir.

Los humanos fuimos cambiando en muchos aspectos pero siempre fuimos evolucionando, para bien o para mal: lo hacemos, evolucionamos todo el tiempo. Evolucionamos en la creación de nuevas armas para la guerra y en la creación de nuevas medidas políticas de distribución para los que más tienen, pero también evolucionamos en la búsqueda de nuevos antídotos para nuevas enfermedades y en las formas de luchar contra la mala distribución de la comida y los ingresos; evolucionamos en la forma de comer pero también en las formas de morir por la falta de comida. Lo hicimos con las formas de comunicación: hoy estamos más comunicados y conectados que nunca. Pero también, en cierta forma, un poco más desconectados. En este proceso evolutivo hemos dejado un poco atrás la conexión entre nosotros como personas. La comunicación a través de los sentimientos. Estamos algo distanciados de nuestros cuerpos con respecto a los otros cuerpos, en el sentido del cuerpo que puedo tocar y sentir. Por eso necesitamos arte, porque es por medio de él que nos conectamos en otro nivel más allá de las comunicaciones evolucionadas, que no están mal pero a las que debemos complementar.  

Todos estos pensamientos me los disparó una serie llamada SENSE8. La cual hace foco sobre la conexión entre nosotros a través de lo que sentimos. Y en base a eso navega por temas como la igualdad de género, la violencia machista, la soledad, las dudas que tenemos como humanos, la delgada línea por donde transita la vida, el sexo como lenguaje universal y sobre las preguntas que se disparan después de preguntarnos: ¿Por qué estamos acá?. Se detiene precisamente sobre amor más allá del género, el amor más allá de todo. El amor como el sentimiento más valioso que tenemos los seres humanos. Me hizo repensar en la cantidad de prejuicios que tenemos o tuvimos, en esa forma tan espantosa de cubrirnos para no sufrir, en ese disfraz que nos ponemos para no sentir demasiado. Pensé en esas personas tan valientes que se animan a decir: yo amo a este otro más allá de lo que la sociedad me venda como amor. En ese concepto enlatado de amar que aprendemos de chicos. Pero también pensé en la capacidad que tenemos para liberarnos y sentir que podemos salirnos de ahí, de ese lugar cerrado y vacío. Salir y conectarnos con los demás. Salir y pensarnos diferentes. Porque somos diferentes pero a la vez iguales. Sentimos, ¡claro que sentimos! Solo que algunos disfrazan los sentimientos más nobles con culpas, rencores, complejos y estereotipos por vergüenza, represión o porque no saben lo que les pasa.

No necesitamos vivir una vida de determinada manera, solo debemos querer vivirla con todo lo que ello implica y saber y ser conscientes de que hacer uso de nuestra libertad para elegir no solo nos hace madurar sino también mejores personas.

En estos tiempos difíciles para el mundo, encontrarse con una obra de arte de esta magnitud es una grata sorpresa. Vivimos gran parte de nuestros días navegando sobre la superficie de distintas realidades pero es bueno sumergirse en lo profundo de ellas para poder pensar con más claridad. Es bueno conectarse con otro desde otro lugar, desde lo sentimientos. Conectarnos a través de lazos más sensibles. Sentir lo que siente el otro y que el otro pueda sentir lo que nosotros sentimos. Ver, oír y oler lo mismo que nuestro par y a su vez: intercambiar capacidades y cualidades para ayudarnos mutuamente. Compartir miedos. Hablar. Tratar de comprender, de entender. Respetar y respetarnos.  De todo eso se trata SENSE8.


Sentir que te ahogas bajo las aguas de un océano profundo y en el instante preciso que vas a morir darte cuenta de que siempre estuviste respirando. De eso se trata el arte.