sábado, 12 de diciembre de 2015

Silencio

La fiesta para unos pocos en el Colón. Silencio. De la Rúa, Menem, Cavallo y sus elogios. Silencio. Blaquier, Mitre, Magneto y Venegas de traje, caminando como señores. Silencio. Aranguren y más silencio. Susana, Mirtha y Aldo Rico como ministro de seguridad en Jose C. Paz. Silencio. Fiesta de pocos para pocos. Apellidos y nombres que causan escalofríos de silencio.

La cumbia en sus actos y en su asunción ya no es de negros porque la bailan ellos. Las banderas argentinas son más argentinas porque las tienen ellos. Silencio, silencio y más silencio. ¿Cuándo me caí de la cama y me desperté del sueño? Es de noche y esta todo en silencio. Nadie dice nada. De la Rúa  sentado y respetado como si no tuviéramos historia, como si no hubiésemos sufrido. Como si nada. Silencio que me explota en la cara. ¿Cómo es que paso que en un discurso de asunción la palabra que mas se repitió fue “quiero” y no "estado" o "argentinos"? 

Los apellidos que ahora se mueven por esos lugares son los mismos que yo pedí que se vayan, que pedimos. Silencio. Te saca del medio a la ley de medios con un decreto y silencio. Te proponen al director de Clarín a cargo de los fondos de la Anses y silencio. Te dicen que desde ahora no se podrá hablar mal del presidente en los medios y silencio, silencio, silencio. 

Y ahora nos mandan a trabajar como si en estos últimos años no hubiésemos laburado, pensado y actuado; como si el trabajo fuera solo de ellos y la única forma de trabajar sea callado, con la cabeza gacha, recibiendo un salario sin cuestionar nada, sin pensar en las formas ni en las leyes que nos protegen como laburantes. Como si esas vacaciones pagas que tienen no hubiesen sido producto de personas que salieron a las plazas con banderas y bombos, como si ese salario o esa obra social fueran regalitos de sus empleadores y no producto de luchas sociales llevadas a cabo durante años. Como si todo sus derechos solo fueran artificios de algún mago del mas allá. ¿Nadie se pregunto como es que tienen ciertos derechos?  Silencio. ¿Acaso es solo su Argentina? ¿Acaso la frase “La patria es el otro” no invita mas la unión y a la solidaridad que aquella que expresa un "Sí, se puede”?

Silencio que retumba. Los artistas en los escenarios inmensos para todos los argentinos ya se callaron. Ahora es el Colón con ellos festejando y sonriendo. Ya no sos parte de la fiesta que se viene. Silencio y modales. Si, porque con modales el robo queda mejor. No importa el precio de los vestidos de las nuevas mujeres ni el precio de los trajes de los nuevos hombres. Porque en sus cuerpos lo valen, porque son diferentes, porque son mas argentinos. Silencio. Faltaba un rey y estuvo: el de España. El que le dijo que se callara a un presidente latinoamericano. Le pidió silencio. Siempre silencio. Eso les gusta, que estemos callados, que no nos movamos, que miremos en silencio y con respeto porque ellos “saben” porque vos sos de abajo y no sabes nada. La plaza ahora si es mas plaza, ahora no hay negros. Pero podemos bailar y agitar con Pablo Lescano en los boliches de moda. Aunque sea un villero porque legitimamos su “villerismo” con pulseras vip. Silencio.

Ruido. Hasta hace poco había un Dolina, un Capussotto, un Indio Solari, un Heredia, diciéndote de que lado estaban. Apellidos ruidosos. Hasta hace poco hubo un Gieco tocando “hombres de hierro” en la Esma, haciendo mucho ruido.
 
Que si no veo ni escucho más en los medios sobre robos, violencia y escándalos de corrupción sea porque de verdad es asi y no porque eligen quedarse en silencio. Aunque oiga el ruido silencioso del aplauso de Magnetto retumbado en la casa de gobierno.  

Y en el medio del silencio y de espaldas a la fertilización asistida, el matrimonio igualitario, la  nueva ley de divorcio: Telefe anuncia el reestreno de "La familia Ingals" como una burla a los nuevos tiempos que corren o corrieron. Y por otro lado el noticiero te dice " La familia del presidente es la primera familia ensamblada en el poder" con un tono de orgullo y satisfacción. Entonces el único mensaje que leo es: ciertas familias tienen permitido no ser los Ingals y asi y todo ser dignos. Los pobres solo serán dignos si se comportan como los Ingals: castos y lejos de todo consumo. Pero el silencio sigue ocultando estas cosas.

Silencio, silencio y más silencio.  

Y el Papa, antes victoriado, ni siquiera felicita al nuevo presidente pero nadie se pregunta porqué. Otra vez silencio, como si ahora Francisco ya no existiera. Eso sí: piden que Dios lo ilumine, como si la única salvación fuera creer en Dios, como si este señor no tuviera inteligencia para gobernar un país. 
 
Y en el medio un lío enorme por el bastón y la banda para que este hombre pregunte: ¿Qué hago con esto? Como si “eso” fuera solo un palo o que baile con la banda presidencial en el balcón donde Eva lloró. Como si la casa de gobierno fuera un chiste o una joda cool. Y asi bailando nombra dos jueces para la corte suprema, en nombre de la justicia independiente. Así, en silencio, mientras te canta Gilda. Mientras se rie, mientras manda a sus equipos a que hablen y el ya comienza a desaparecer. Queremos preguntar, ¿Así era no? 

Se trata de ideología. Se trata de cómo piensan al país. Y lo piensan desde arriba hacia abajo. Es como cuando te subís a una terraza de un edificio muy alto y ves a los que caminan muy chiquitos, como puntos. Así nos ven. Así nos piensan. Por algo pasamos de llamar a nuestros presidentes por sus nombres propios, haciéndolos cercanos y presentes a nombrar a este por su apellido, distante y frío; el allá y nosotros acá como si fuera un ente ajeno a la sociedad. Como si estuviera arriba, en una terraza lejana y nos espiara desde lo alto.

Silencio. Eso es lo que escucho. Pero esta vez se que el ruido esta de nuestro lado;
                                                       
                                 Por eso:

                                  seamos truenos y relámpagos en medio de esta tormenta oscura y silenciosa.

 


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