Lo importante es saber que pensas
vos. Eso es lo importante. No, en realidad no es saber qué pensas, sino cómo lo
pensas. Cómo llegaste a ese pensamiento a esa conclusión. Es ahí donde esta la
clave de la realidad. ¿Por qué arranco con esto? Bueno, estamos en días, en
meses, en años tremendamente políticos y eso significa que hay mucho que
pensar, que cuestionar, que explicar, que debatir, que hacer. Leí y analicé
todo lo que giró en torno a las dos marchas, la del 18F y la del 1M. Yo estuve
en la última y lo digo porque no quiero esquivarle al bulto de lo político. Sí,
fui a la plaza, festejé, escuché, me encontré con amigos, observé las banderas,
canté Los Redondos y la salude a Ella. Sí, me gusta la política y la considero
la herramienta más importante para lograr las transformaciones necesarias en un
país, esas transformaciones que nos llevaran a todos a ser un poquito más
iguales, a disfrutar de los mismos derechos, a sentirnos protegidos por un
estado, identificarnos o no con un gobierno y tener la libertad para decir lo
que creemos y sentimos. ¿Por qué digo que no quiero esquivarle al bulto de lo
político? Bueno, es que antes de la marcha del 18F escuche a candidatos
presidenciales decir que iban a aquella marcha “por fuera de la política” entonces me pregunté: ¿De qué me
sirve un político que no hace política? ¿De qué le sirve a mi país que un
candidato a ser mi representante me diga que no va a participar en la sociedad
como candidato? ¿No es algo raro? Si vas a una marcha para reclamar algo al gobierno de turno siendo un
candidato a presidente o bien siendo diputado, senador u ocupando cualquier
cargo ligado al sistema estatal enmarcado en la política, entonces ¿Por qué me decís
que vas por fuera de la política? Hay que dejar en claro algo muy importante:
la política no es algo malo, no es algo que ensucia, no es algo que no se toca.
Es todo lo contrario, la política es el camino para la construcción de un país.
Y lo digo luego de leer las frases de siempre, esas que utilizan chori, plata, políticos
y micros como nexos entre conclusiones. Te propongo que no te detengas ahí y
sigas preguntándote ¿Quienes fueron? ¿Quiénes eran? ¿Por qué fueron? ¿Quiénes
son esos pibes? ¿A todos todos les pagaron? ¿Y si les pagan, quien les paga?
¿Por qué? ¿Que los representan? ¿Qué idea de país defienden? ¿Qué dijo la
Presidenta? ¿Por qué cuestiona al poder judicial? ¿Por qué habla de números? ¿Por
qué se restatizan los trenes? Pero pará, profundiza más: ¿Como era antes todo?
¿Cómo era la corte suprema? ¿Cómo eran los militantes? ¿Cómo eran las marchas?
¿Cómo eran los trenes? ¿Cómo eran los presidentes? Lo que estoy tratando de
decirte es que hagas política, a tu manera, pero hacela, usala para cuestionar
aquello que crees que está mal. No te quedes con lo primero que se te viene a
la cabeza, preguntate por qué se te vino eso y después armá un argumento. Yo no
le tengo miedo a la política, todo lo contrario, la creo esencial en nuestra
vida. La única herramienta que tiene la capacidad de darme los recursos para,
por ejemplo: pelear por un salario más digno. Sin política no tendrías vacaciones,
ni sueldo, ni paritarias, ni auto, ni casa, ni siquiera la posibilidad de un
juicio justo. Sin política es imposible que haya impuestos para que tus calles
esten más limpias o que tu hospital sea un hospital, o que tu escuela o
universidad sean gratis. Sin política no existe el país, la patria. Porque la
política es la que lo construye todo y es con ella que las cosas se cambian. Desde
mi lugar el 1M yo pude ver que había política ¿Y? es así como una sociedad
crece, es en el debate constante. No tiene nada de malo levantar una bandera
con tu idea, juntarte con tu gente a defender esa idea, ese proyecto que crees
conveniente para tu país. Tampoco está mal reclamar por más justicia, pero siempre teniendo en claro qué es la justicia, quienes la llevan a cabo y de que manera. Hace el reclamo dentro de la política porque sin ella todo deja de tener razón de
ser. Entonces yo no quiero que venga un político a decirme “yo voy desde otro lado, no desde la política”
porque es justamente para lo que estas, para hacer política, construir con
ella. Para eso se te paga la campaña, para eso se te paga un sueldo, para eso
tenes derecho a mostrar tu proyecto. Somos animales políticos, y más si sos un
candidato u ocupas una banca.
Iba a escribir cosas más
sentimentales respecto a la marcha del 1M, pero me salió esto porque yo amo a
la política y aquel Domingo me sumergí en un mar de política. Me sentí libre e
identificado. Como muchos se habrán sentido cuando se expresaron desde otro sector de la
sociedad, a su manera. Pero por favor no digan “fuimos sin banderas políticas” con
ese tono que deja ver que de alguna manera son “más decentes”.
No considero que
sea así, suban sus banderas, griten por lo que
quieren, propongan, debatan. Abran las puertas del intelecto. Vayan más
allá de los paraguas, más allá de la cantidad de personas. No importa la
cantidad, lo importante es que cada uno de los que conforman esa cantidad sepa
que es lo que quiere, como lo quiere y a quien quieren para que sus esperanzas,
sus proyectos, se hagan realidad y que ese alguien pueda retransmitirlos en
forma de política, en forma de herramienta para cambiar eso que querés cambiar. Porque al fin y al cabo, si te
pones a pensar un rato te das cuenta de que de alguna forma estaban haciendo
política Sin banderas, sin bombos, sin valentía pero estaban proponiendo algo.
Proponiendo silencio mientras que el primero de Marzo escuchamos cuatro horas a
una mujer que hoy es nuestra representante, explicar y fundamentar a su
gobierno. Podes tener la opinión que sea, podes estar de acuerdo o desacuerdo,
podes decir mil, no mil, un millón de veces que los que estábamos ahí fuimos
por el chori pero lo que no podes negar es que hoy vivimos un nivel de
politización increíble, un nivel de discusión política apasionante. Hay que
aprovechar, hay que culturizarse, informarse más y más porque solo de esa forma
nos hacemos más grandes. No quiero que me digas que al gobierno le conviene
mantener un pueblo ignorante porque en los 29 años que tengo nunca vi ni
participé de un gobierno en donde se me obligue a investigar tantos temas a la
vez. Eso te hace saber, aprendes. Eso sí, esta en cada uno hacerlo porque las
herramientas estan. Vos podes investigar la causa AMIA, por ejemplo, desde sus
inicios para saber más y defender tu posición o podes quedarte con frases
sueltas. Imaginate un gobierno en donde nada de esto se hubiese debatido, en
donde nunca hubiésemos visto actuar al congreso, ni saber qué hace un fiscal.
Imaginate un gobierno que no es gobierno. Imaginate vos frente a un programa de
entrenamientos sin pensar más alla que en ese programa. Sin siquiera cuestionar
una cadena nacional. Yo me acuerdo una sola cadena nacional, una en donde dónde
lo único que me quedo en la cabeza fue “estado de sitio”. Aquella vez se me
doblaron las piernas, era chico pero ya sabía lo que significaba. Bueno
imaginate eso y decime si no esta bueno preguntarse cosas importantes. Esas
preguntas te las genera un gobierno que se mueve, que cuestiona, que te
enfrenta a situaciones complejas en donde tenes que pensar y pensar para
entender pero que a la larga salís mas grande como ciudadano, más allá de que
acuerdes o no con ese gobierno.
Lo importante de todo esto, a
parte de la política, no es contra quien estas, lo importante es saber qué
posición tomas respecto a un tema determinado. Y cómo te paras argumentalmente
para construir con tu posición un país mejor y entonces entenderás por fin el
sentido de la frase del Indio Solari, esa que dice: “Banderas en tu corazón…yo
quiero verlas”
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