lunes, 12 de enero de 2015

El arquero se puso serio

Muerte, asesinato, terrorismo, seguridad, paz, guerra. Palabras que surgen cada vez que existe un hecho de proporciones violentas importantes en algún punto de occidente. Esta vez fue Charlie Hebdo, un nombre que a esta altura ya todos saben pronunciar y repetir…algo que no pasa con Ayotzinapa, ¿todavía cuesta pronunciarlo no? ¿Ah no se acuerdan? Los 43 estudiantes desaparecidos en México, si, esos de por acá. A veces me dan ganas de hablar en serio, de ponerme en la onda de “Cientista social” porque es eso lo que estudio, y ese el campo que manejo y me gusta manejar, como el arco en el futbol. Entonces cuando leo, veo y escucho sobre un caso que nos atraviesa desde todos los frentes me surgen muchas preguntas, preguntas que aparecen de la mano de las sospechas porque aprendí a no confiar en las primeras tapas de diarios, aprendí a preguntar más de la cuenta y a pensar ¿Tan simple es todo? ¿Matan por fanatismo y listo?

Se esta escribiendo y hablando sobre Charlie. Muertes inocentes, asesinatos a gente del arte y el periodismo en manos de vaya uno saber quién ¿No? Porque no sabemos quienes fueron ¿O si? Sinceramente me gustaría quedarme con la marcha por la paz, me gustaría sentarme y decir “que hijos de puta estos terroristas” y listo a otra cosa. Pero no puedo porque es un deber que tengo para con la sociedad tratar de pensar más allá y preguntarme ¿Qué es el terrorismo? ¿Contra quién debemos luchar? ¿el mal son esos encapuchados supuestos fanáticos de una religión? ¿Quién me lo dice? ¿ Francia? ¿ Alemania? ¿ EEUU? ¿Israel?...no sé. A mi me quedan dudas, muchas dudas. Quisiera poder escribir pausado pero no puedo, escribo rápido,  ansioso, guiado por un sentimiento de injusticia que viene de muchos lugares.  El entramado del poder mundial es complejo y no es mi intención aburrirlos explicando punto por punto las relaciones entre países, pero puedo/podemos preguntarnos y cuestionar. Tenemos ese poder, no lo desperdiciemos.

Cuando vi a tantas personas caminando en defensa de la paz detrás de presidentes que lo que menos hicieron fue pugnar por la paz mundial, me vino una nausea imposible de frenar que termino en un vómito espumoso cargado de preguntas. La marcha a favor de la paz es increíble, siempre la paz es buena pero¿a costa de qué? ¿Que sale de todo esto?

¿ Es que pedir la paz en México no es lo mismo que pedir la paz en Palestina así como tampoco pedirla en Europa? ¿Qué es la Paz? Porque pareciera que duele más cuando la guerra se hace en determinados lugares. Es cómo por ejemplo: ¿todas las atrocidades cometidas por ejércitos occidentales en diferentes partes del mundo no fueran actos que merecen marchas por la paz? o bien como si la guerra interminable entre Pelestinos e Israelies ya fuera parte de lo normal, de lo ya establecido, surge el  “Y viste, allá siempre fueron así”. Y vuelvo a repetir ¿ y los pibes de Ayotzinapa? ¿ Qué pasó con ellos? Si comenzamos un caso, si nos indignamos con uno hay que seguirlo hasta su resolución hay que pugnar por la misma día tras día, hacerse eco de todas las noticias que salgan referidas la tema, clamar por justicia limpia, embarrarse con el mismo barro de los olvidados por las grandes cadenas de información. Un caso, un hecho aberrante no tapa a otro. Los dos o tres o cuatro mil pertenecen a lo mismo: La guerra. Pero ¿Qué es la Paz? ¿Es esa sensación de que no esta pasando nada, una situación sin conflictos, sin diferencias, sin análisis? Para mí la Paz como la mayoría la entiende no existe y nunca va a existir y esta bien que así sea. La paz se encuentra en las diferencias, pero sobre todo se encuentra cuando nos damos cuenta de que aquellos que encabezan una marcha por la Paz solo quieren la guerra. Esta ocurriendo frente a nuestras narices y nadie se anima a señalarlo. ¿Por qué veo mis preguntas solo en medios de comunicación alternativos? Por qué llamamos terrorismo solo a aquellas acciones perpetradas por fanáticos religiosos musulmanes, sí, “esos de por allá que usan turbantes y hablan raro. ¿ Es así de simple?. A veces tengo la sensación de que todo esto que pienso son solo estupideces que caerán en sacos rotos pero un impulso salido desde lo más profundo de mi razón me dice que tengo que decirlo, que en algún lado debo plasmarlo porque solo así seré coherente con la existencia de la humanidad, solo así se puede lograr un poco paz, de esa paz que se encuentra solo cuando te sentas a pensar sobre estas cosas. Porque yo no creo que los atentados se hagan así de fácil, yo no creo que se olviden un documento en un auto así nomás, yo no pienso de que la violencia siempre viene de un afuera extraño y lejano. Yo veo de que hay países poderosos que estan perdiendo la batalla discursiva y que necesitan hechos fuertes para volver a legitimar la violencia que casualmente, engendró esta violencia que hoy vemos. Ayer  Amia, después Las Torres, más acá Atocha ( ¿ah se habían olvidado?), hoy Charlie y entre medio atentados y muertes inocentes allá, acá y en todas partes. A veces pienso en Guantánamo, en las fotos de los soldados Yanquis abusando de los prisioneros, en los pibes asesinados en Palestina. En Egipto. En el mundo. Y sí, también se me viene México y sus 43 estudiantes desparecidos porque a pesar de que eso no se cataloga como “atentado terrorista” a mi me produce la misma indignación y en cierta forma también es un atentado de los mismos de siempre a  nuestra capacidad de pensar. Nos estan subestimando. Que no lo hagan. Tiene que existir un equilibro de poder y eso no se logra sin pensar. La paz es un equilibro entre poderes, la paz no es la ausencia de conflictos. Precisamente son esos conflictos los que nos hacen pensar, los que nos proponen preguntas que deben ser las puertas a la liberación de nuestra cabeza.  Si estas cosas pasan y siguen sin que las pensemos entonces no pidas la paz porque eso que llamas paz no viene de la nada, se tiene que construir. Precisamente Charlie Hebdo, desde mi punto de vista, ironizaba esta cuestión de la Paz. Sus tapas no fueron más polémicas que las fotos de aquel prisionero iraquí con los brazos en cruz tapado con bolsas negras o que las declaraciones de Obama diciendo que la CIA no solo aplicó torturas atroces a prisioneros sino que las mismas no dieron un puto resultado.

Me duele en el alma todas las muertes, el ser humano a veces es tan extraño que asusta y a veces es tan extraordinario que estimula por eso estoy escribiendo esto, para estimularlos.
Me duelen las muertes de los periodistas y artistas tanto como me duelen la de los palestinos, iraquíes, libaneses, afganos, mexicanos y las que ocurren en el resto del mundo. Las siento a todas con intensidad y por eso mi cabeza se desarma en este tipo de preguntas y cuestiones. Y como siento impotencia por sentirme insignificante para hacer algo, escribo y pienso. Fabrico un pequeño engranaje que encaje con tu cabeza en este instante. Sumemos más preguntas, cuestionemos a esos que creemos intocables. Manchémoslos de preguntas, no pidamos la Paz a la nada, pidamos que nos respondan las preguntas. Preguntemos por los asesinatos en Francia, preguntemos de donde salieron los supuestos asesinos y porqué hicieron lo que hicieron. Porque si escarbamos esto no fue por las caricaturas, esto es por otra cosa, esto viene de opresión de tantos años ejercida por los esos que encabezaban la marcha. ¿Quiénes son los culpables? Yo no creo que atrapando a estos terroristas todo se acabe. No es así de fácil. En terrorismo tiene raíces un poco más profundas. Islamismo, Musulman, árabe o Yihad son palabras que significan y se relacionan de formas distintas. Un árabe no tiene porqué ser terrorista y puede ser un inmigrante en Francia que trabaja como cualquier francés, por ejemplo.  Un musulmán no necesariamente tiene que ser árabe y no tiene que promulgar la guerra violenta contra aquellos que no creen en lo mismo. Lo planteo así, rozando el bastardeo académico pero el sentido de la idea es lo que me importa en este momento.

Sinceramente me causa miedo cuando hay tanta gente pidiendo “LA PAZ” porque la Paz así porqué sí no existe. De ese concepto tan abstracto puede salir la violencia mas encarnecida, alguien se puede aprovechar de ese pedido y decir “ok, hagamos la guerra a los que no quieren la paz”. Entonces más que pedir por la paz hay que construir una idea, hay que preguntarse por qué ocurrió lo que ocurrió y de la manera que ocurrió. Porque pidiendo solo por “la paz” esos terroristas o estos presidentes no van a decir “¡Ey miren, piden paz, démosela!” porque la Paz no conviene y nunca va a convenir. Así como nosotros pedimos “Paz” “Hay otros que piden “derechos” y otros que piden “Poder”. Yo escribo estas cosas y ustedes trabajen los conceptos. Es de una obviedad tremenda decir que estoy en contra de cualquier tipo de asesinato pero sería de una simpleza tonta solo decir eso.

Me preocupa que guerra se pueda venir, estas cosas son como el relámpago antes del trueno.
Yo deseo que todos nos preguntemos más, que escarbemos un poco mas y no nos quedemos con el  video ultraviralizado del supuesto asesinato a sangre fría de uno de los policías. ¿es que tan fácil atraparon a terroristas entrenados y super organizados? Escribo y pienso y siempre llego a la misma conclusión: la opresión sigue en las mismas manos, esas manos que fabrican la violencia para luego encabezar una marcha en contra de la misma.

Se que esta columna no tiene la intensidad argumental que me gustaría que tenga, pero al menos tiene preguntas y es algo en lo que pensar y empezar.

En todo esto, en todos los atentados, en todas guerras, en todos las bombas y balas utilizadas siempre surge la misma imagen: hombres sentados en torno a una mesa en donde uno salta como si tuviera una gran idea y dice, “ Ey, ya sé! digamos que se olvidaron un documento”

1 comentario:

  1. Excelente reflexión. La clave está en entender que los grupos de opresión y de presión funcionan respondiendo a causas que ni ellos entienden ya que son meros títeres manejados por expertos en hipnotismo. El señor Hasan Al Aulaki es ejemolo vivo, bah! no vivo porque lo hicieron cagar hace un tiempo, de lo que hablo. El mal es generado y financiado por mentes siniestras que arrea humanos al mismo estilo que un pastor arrea ovejas.

    Saludos.

    Oaky

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