lunes, 15 de julio de 2024

¿Qué prefieren?

 

¿Qué prefieren un campeonato internacional de su equipo o uno de la Selección Argentina?

Depende lo que respondas estas palabras te afectarán de manera diferente.

Hace muchos años que como país vivimos en una sociedad cuyos puentes de solidaridad están cuasi dinamitados. Pero que también es una sociedad que desde el diez de Julio del 2021 viene siendo feliz muy de vez en cuando y principalmente gracias a la selección nacional. Hace tres años que nos permitimos experimentar la sensación de un sueño cumplido y eso en un país donde para que se te cumpla algo hay que hacer malabares de todo tipo, es sumamente valioso.

Esta selección en los últimos tres años nos hizo festejar cuatro veces y en grande, logrando lo que pocos logran: que desde Ushuaia a la Quiaca nos reconozcamos en la felicidad. Claro entonces que a mí no me importa si mi equipo gana algo si en la balanza se encuentra la alegría nacional. No deberían existir dudas de esto porque estamos hablando de una alegría en un entorno de múltiples tristezas.

En una copa donde lo que menos existió por parte de la organización fue el amor por el fútbol como deporte en sí mismo, unos tipos de celeste y blanco hicieron lo que mejor saben hacer: ser argentinos. Logrando que el juego se sobreponga a todas las estupideces fabricadas para vender un espectáculo vacío.

Toda la mística, toda la impronta de un argentino remando en dulce de leche la tienen estos muchachos. Y sí, voy a ser obsecuente de esta selección porque me dio cuatro motivos para festejar fuera de mi casa, porque cada vez que salí a la calle durante los últimos ocho años fue para defender derechos, buscar esperanza, gritar injusticias. Porque estoy cansado de ver a mi pueblo sufrir, buscar soluciones, esperar en vano milagros de un gobierno que no los va a provocar. Estoy cansado de verlos perdidos entre pares como si no pertenecieran al mismo pueblo. Por eso cuando veo al pueblo abrazarse me emociono porque ese es el país que quiero. Empoderado arriba de una alegría.

Elegir a tu equipo por sobre un logro colectivo nacional es parte de lo que algunos aún quieren. Elegir tu historia, tu alegría junto a la de unos pocos nos destruye como sociedad y nos transforma en islas separadas sin conexión alguna.

Podes decir lo que quieras de cada jugador, de sus modos de vida, de sus no declaraciones, pero es en sus logros y en la actitud que tomes hacia ellos donde se ve la verdadera posibilidad de cambio. A veces no importa quien fabrique el hacha, sino que se hace con la misma.

La bandera argentina no se mancha, la bandera argentina se elige siempre porque es nuestro último techo para resguardarnos en caso de tormentas destructivas. 

Termino de escribir esto en medio de los escombros de una guerra que acaba de comenzar, pero con la satisfacción de ser bicampeon de América nacido en un país donde el fútbol es parte constitutiva de nuestra humanidad. 




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